‘Mi reflejo’ (2000) era hasta ahora el único disco (y el
segundo de su discografía) en el que Christina Aguilera había reivindicado su
origen latino cantando en español. Nacida en
Nueva York en 1980 de padre ecuatoriano, ha sido 22 años después cuando ha
decidido recuperar su lengua paterna. El momento no es casual, con una ‘latinización’
de la industria del entretenimiento en Estados Unidos durante los últimos cinco
años, coincidiendo con la irrupción del terremoto ‘Despacito’ a principios
de 2017.
“La música latina siempre ha estado en mis raíces desde mi
infancia, cuando esa conexión existe se queda contigo para siempre. La Fuerza
es un proyecto para mí misma, mis raíces y mis hijos, para que puedan conocer
en profundidad quiénes son”, explica la artista, que tras navegar durante
dos décadas entre el pop y el r&b al fin se sumerge en las aguas más cálidas
del reggaetón, la ranchera, la guaracha y hasta el trap latino.
Éste es el primer EP de una trilogía en español que saldrá a
lo largo de 2022, un movimiento con el que Christina Aguilera se apunta a ese
cambio de paradigma que está transformando la industria cultural, recuperando
lo latino como un marcador cool. En su caso, es cierto que no chirría, pero
tampoco logra competir en un universo donde mandan voces más jóvenes como las
de Nicki Nicole, Nathy Peluso y Becky G (todas ellas reunidas en el himno ‘Pa
mis muchachas’).
José Fajardo.
