En el panteón de los dioses del rock
argentino, el Olimpo indiscutible del género entre la música en español, Fito
Páez ocupa un lugar privilegiado. Cuando cumple 60
aprovecha la celebración del 30º aniversario el año pasado de su disco más
icónico, ‘El amor después del amor’, para publicar una revisión de estos himnos
junto a una nutrida lista de artistas contemporáneos. Coincide, además, con
la salida en Netflix de una más que recomendable serie biográfica con el mismo
título, impulsada por su ex mánager y amigo Juan Pablo Kolodziej, un
proyecto donde el propio Fito Páez ha jugado un papel activo.
La sombra de Fito Páez es tan alargada que
conecta desde el folk en la etapa eléctrica de Bob Dylan hasta el rock canalla
de los 80, de Charly García al folclore latinoamericano, del tango al pop
anglosajón, y de ahí al espíritu indie que transformó
la escena guitarrera de los 90 y todo lo que ha sucedido con el nuevo siglo. Su
influencia hoy en esa nueva generación que está cambiando para siempre las
reglas de la industria, y en la que su país juega una posición de gran
influencia, se refleja en el listado de colaboraciones de este álbum.
Canciones con tres décadas a la espalda como ‘Dos días
en la vida’, ‘La Verónica’, ‘Sasha, Sissi y El Círculo de Baba’, ‘La balada de
Donna Helena’ o ‘Brillante sobre el mic’ suenan creíbles y frescas con la
incorporación de jóvenes estrellas de la nueva música en español como Nickie
Nicole, Nathy Peluso, Mon Laferte, WOS, Ca7riel o Ángela Aguilar. Son estos
propios artistas, que vienen de miradas nuevas desde lo urbano, el neo folk o incluso
el regional mexicano, quienes se adaptan al pop atemporal de Fito Páez, fusionándose
sin prejuicios y con soltura. Este verano estará de gira por España con varios
conciertos en julio.
José Fajardo.