A través de “nuevas versiones, secuelas,
alargamientos, improvisaciones, reflejos, reverberaciones, disecciones y
síntesis” de canciones geniales como ‘La carta exagerada’ y ‘La cita’, el dúo
formado por Carlos Ballesteros y Genís Segarra ofrece una panorámica de la
diversidad de universos que habita: deudor de la estética y del sonido de
Kraftwerk pero con un sentido del humor y un paladar personalísimo que tan
pronto reivindica a ‘La empanadilla de Móstoles’ de Martes y 13 como a divas
como Sara Montiel.
El resultado es un trabajo que salta, como
ellos mismos explican, “de la electrónica al dub, de lo tropical al pop
orquestal, del reggae al paisajismo ambiental”, sin sonar forzado en ningún
momento, con la elegancia del que no necesita la impostura para saberse
diferente y único. Quizá sea el disco menos pop de dos artistas que sueñan
con las melodías inmortales de The Smiths y Pulp (en este trabajo colabora
Jarvis Cocker), pero uno de los más fascinantes por los recovecos que abre
junto a colaboradores habituales como Elsa de Alfonso y Teresa
Iturrioz e Ibon Errazkin (Single).
José Fajardo.