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En política se suele hablar mucho de ser dueño del “relato”.
Una palabra y un concepto que ha ido mutando de significado con el correr de
los años, pero que básicamente viene a decirnos que quien sea dueño del relato
es dueño de su propia historia.



Esa es la gran conquista que le obsesiona a Marcos
Terrones, más conocido como ODDLIQUOR, uno de esos secretos a voces del
circuito alternativo estatal, y que tras dos álbumes en solitario y colaboraciones
fundamentales en repertorios como los de Nathy Peluso, Cruz Cafuné, Natalia
Lacunza o DEVA, por mencionar solo una pequeña muestra de artistas con los que
trabajó el madrileño, en “4x4” parece poder explicar mejor que nunca su
propia historia
.



Una historia que desde los inicios viene marcada por el
sonido del r&b americano de los primeros dosmiles: ese que Timbaland heredó
de las producciones de Diddy pero que, en manos del artista de Parla, ha
encontrado cierto acento autóctono dentro del imaginario del nuevo pop español
.



Es natural que, a pesar de que él lleva teniendo voz
propia desde hace más de un lustro, al escuchar su nuevo álbum se nos marquen
referencias como las de Sen Senra, Alizzz o el C. Tangana menos rumbero; pero
lo cierto es que en “4x4” da un paso de gigante a la hora de resaltar sus
marcas personales más reconocibles
. A pesar de ser un álbum
especialmente largo (16 canciones y casi 50 minutos) en una era en donde el
concepto del disco cotiza a la baja y la inmediatez marca el minuto, la escucha
es especialmente fluida.



Cierto es que hay algunas canciones que resultan
demasiado hermanas de las otras, y que el álbum podría haber ido algo más
ligero de peso; pero se nos pasa cuando escuchamos giros que van desde el
r&b sinfónico (“No se lo digas a mamá” podría haber sido un hit de One
Republic), cuando encuentra el groove del soul en medio de bajos funkys (“Tiro
el micro”), cuando sale a la caza del Justin Bieber más baladista (“Feliz con
poco, aunque quiera más”), cuando coquetea con el funk-rock junto al argentino CA7RIEL
(“No voy patrás”), cuando le duele la cara de ser tan guapo (“Hoy me he
levantado pibón”, “Chulo sin querer” o “Nadie me va a joder el mood”), cuando
deconstruye un reggaetón (“Tengo la cara cansada”) o cuando deshace el trap
desde el pop amorfo más vanguardista (“Idiota”). El nuevo pop suena de
diferentes maneras en este “4x4”. Sube a darte un paseo
.

Alan Queipo.