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Description

Si bien la pandemia detuvo (o más bien encerró) el
ascenso imparable que CA7RIEL y Paco Amoroso estaban teniendo en todo el mundo,
en estos últimos casi dos años no se puede decir que los argentinos hayan caído
en barbecho o no dieran continuidad a un momento creativo especialmente dulce
de dos de las voces y cerebros más versátiles de la movida urbana argenta.



Y aunque en un inicio CA7RIEL es el que acaparó mayor
presencia mediática y su proyecto tiene más tiempo de desarrollo, y su música
lo ha movido en un territorio en el que el trap colinda con el funk, el pop
amorfo o la imaginería impredecible de Frank Zappa; lo cierto es que Paco
Amoroso consiguió que su registro sea el que capitanee las lindes de un nuevo
pop que bebe tanto de la música disco, la indietrónica o la música urbana pero
con un objetivo central: las melodías redondas y las letras de un sarcasmo
romántico fantástico
.



Eso es lo que ya dejaba entrever en sencillos que fue
presentando el último año y medio como “Fatal”, “Sabe” o “Mi deseo”,
declaraciones de una movilidad que lo distanciaba del trap duro y lo acercaba
al pop más elegante; y eso es, precisamente, lo que se certifica en “SAETA”,
un álbum debut en solitario en el que pasea por diez climas de un nuevo pop tan
sexy como ultramelódico
.



Desde hits para un baile ácido como “Viuda negra” hasta atajos
hacia un nuevo pop (“Imán” o “Ángel de la noche”) que incluso generan alianzas
con iconos como Adrián Dárgelos, líder de Babasónicos (“Switch”); alegatos de
un urban para hacer petting (“Chinga Sport”) o pogo (“Cerebro”); miradas más
cerca de un ñu-disco (“Suite 605”), una suite ibicenca (“Da igual”), un house-pop
al estilo del Gustaco Verati de “Siempre es hoy” (“Pistola desnuda”) o un
r&b electrónico (“Aire”, junto a Lara91k). El mundo novopop de Paco
Amoroso es tan necesario como su descarga verborreico-trapera
.

Alan Queipo.