En 1995 Fania Records estaba viviendo ya
de sus viejas glorias. La industria discográfica se había llevado por delante a
muchas compañías latinas y americanas que en décadas anteriores lideraron el
movimiento musical. Buena parte de ese cambio se debía al boom del CD y al declive
del vinilo, y también a la comercialización de la salsa dirigida a América
Latina y no a Estados Unidos. Fania había puesto en el mercado series
recopilatorias de lujo y había digitalizado el 80% de su catálogo. Así fue que
apareció un disco titulado simplemente Ray de la Paz y con ocho canciones
producidas por Ray Barretto. Pero había truco. Todas esas canciones habían sido
grabadas en 1979 con la orquesta Guararé para el sello Inca, filial de Fania.
En La Hora Faniática de hoy las historias detrás del original disco Renaissance
y su reedición forzada.