De la misma forma que los abuelos
esperaban cada año que llegara el buen tiempo para salir de romería, los nietos
anhelan con el mismo ímpetu que dé comienzo la temporada de festivales. De
estas peregrinaciones musicales no se salva ningún colectivo cultural, ya que
por mucho que los llamados indies se lleven la palma, hay oportunidades para
los más variopintos estilos. En RGP tenemos nuestras particulares mecas:
digamos que acudimos a la llamada de la identidad y que nos sentimos
especialmente atraídos ante aquellos festivales que acercan lejanas latitudes a
nuestros oídos.
Es el caso de Etnosur, un festival
empeñado en ese gesto tan sureño como es abrir las ventanas para airear el
patio. Un sesgo de identidad que comparte esta playlist que arranca con la
jubilosa Algarabya de la Banda Morisca y sigue con la parranda de Barlovento:
mismas intenciones, diferentes sonoridades. De la recreación del gaditano
Antonio Lizana hacia Oriente, directos a Guinea Ecuatorial con la joven promesa
Nelida Karr y sin pensarlo mucho más, a Rusia, con amor. Ya lo ven, definir el
ADN musical de un festival de músicas del mundo no resulta tarea sencilla,
puede que por esa razón el festival haya recurrido para el cierre de esta
edición a la figura de Residente, un artista que literalmente se ha trazado su
propio código genético y que concluye esta selección con un canto a su pueblo,
Puerto Rico.
