Lauryn Hill ha necesitado
difundir muy poco material para ser considerada una de las más dotadas autoras
y cantantes de nu-soul, el subgénero de hip-hop bailable que ayudó a
configurar. Dos discos con los Fugees, el trío con el que debutó a finales del
siglo XX, y el álbum The Misseducation of Lauryn Hill, que este año
cumple dos décadas, y un desenchufado del que reniega, son la herencia
artística de la cantante-compositora y productora, nacida en Nueva Jersey en
1975. Para su desgracia y la nuestra, el currículo de Hill es mucho más profuso
en escándalos: desplantes por falta de “energía cósmica positiva” para afrontar
conciertos, militancia en un cristianismo evangélico y rancio, una condena de
cárcel por evasión de impuestos en 2013... En la que quizá sea su última
posibilidad de redención, afronta una gira por Europa y los EE UU para celebrar
el vigésimo aniversario de su obra cumbre de 1998. Mientras tanto, su huella
brota en las obras de muchos otros creadores. La playlist incluye
ejemplos sobrados, desde recientes sorpresas (sampleos de Cardi B y Kanye
West), hasta dos de sus temas en el homenaje a Nina Simone que preparó Robert
Glasper.