Este año, hemos visto muchas evocaciones de 1965, un verdadero Annus Mirabilis para el pop. Pero las celebraciones –y también me reconozco culpable- se han centrado en los álbumes, los elepés, los discos largos. Hay un error, un grave error.
En aquellos tiempos, la creatividad discográfica se expresaba también en singles, pequeños discos con dos canciones. Se grababan y se editaban de forma independiente. No necesariamente anticipaban el LP siguiente, donde puede que no se incluyeran, caso de los Beatles.
El del single era un mercado autónomo. En el estudio, se mimaban las canciones predestinadas para editarse a 45 rpm. No eran estrategias de marketing, o no eran únicamente eso. Eso explica que en la segunda mitad de los años 60 salieran temas asombrosos, por su audacia musical o por lo provocador de sus mensajes. Canciones que hablaban de drogas, de liberación personal, de liberación colectiva. Retratos del ambiente, crónica de trayectorias, incluso listados de los ingredientes necesarios para cocinar una receta musical.
¿Y saben lo más maravilloso? La duración media de estos singles rompedores era 3 MINUTOS. Tres minutos para llegar al Nirvana. Tres minutos para ver de forma diferente el mundo circundante. Tres minutos para eso, lo que están pensando. Aquí van 16 ejemplos radiantes.