Hubo un tiempo en que la música de Puerto
Rico miraba hacia diferentes direcciones. Eran los años 70 y la salsa
neoyorquina lideraba los primeros lugares de sintonía, pero los jóvenes
puertorriqueños compartían ese gusto salsero con el rock, la balada y la
canción llena de mensaje social. Así surgieron diferentes agrupaciones con un
formato de conjunto y en cuyos arreglos se miraba hacia todos esos lugares
(Latin Tempo, La Conquista, Imperial Sextet, Tempo 70, Orquesta Nater,
Bandolero, Orquesta Ekos o Selección Quinta). El percusionista Julio Castro
creó de esta forma La Masacre, en compañía de Ramón Rodríguez y Tito Nieves, y
que grabó para el sello Top Ten de Héctor Soto. Pero después Rodríguez y Nieves
se fueron para Nueva York y crearon el Conjunto Clásico, con un estilo
parecido, aunque no igual. Y Julio Castro siguió con La Masacre hasta
convertirla en la banda que marcó una época en la música de Puerto Rico. Esta
es la historia de su tercer álbum, Julio Castro y La Masacre, de 1984 para
Fania en La Hora Faniática.
