En
su inmortal Pedro Navaja, Rubén Blades cantaba “Ocho
millones de historias tiene la ciudad de Nueva York”. Buen conocedor de la
cultura pop, Rubén invocaba así la película The
naked city (1948). Dirigida por Jules Dassin, aquella cinta ofrecía la
investigación de un doble asesinato, una búsqueda que se cerraba con una frase
contundente: “hay ocho millones de historias en la ciudad desnuda; esta ha sido
una de ellas”.
Lo de La ciudad
desnuda cayó en gracia. Bautizó una
serie de televisión, se usó en numerosas canciones e incluso dio nombre al
grupo más popular del saxofonista John Zorn, a comienzos de los años noventa.
Para entonces, ya había una identificación total entre el sonido de la urbe,
cualquier urbe, y el jazz que había arropado el cine negro de la época clásica.
Este
programa ofrece una selección de sonidos-de-la-ciudad-desnuda. Abunda el jazz,
de grandes formaciones o pequeña banda, pero también encontrarán electrónica subterránea y soul amargado, sin
olvidar dos rodajas de suntuoso latin
jazz. Visualmente, las referencias abarcan desde las fotos nocturnas de
Weegee al desolado Nighthawks, cuadro
de Edward Hopper. Y es que estamos en Nueva York, pero en el Nueva York de
nuestra imaginación.