Cali es como Nashville, una ciudad donde se respira música por todos los poros. Pero es una ciudad curiosa porque aún estando en el interior de Colombia es el enclave de la cultura de dos mares. Quizás por ello una música tan ardiente como la salsa llegó y se quedó convirtiendo a Cali en una fiesta. Pero hubo un tiempo en que detrás de esa capa de alegría se ocultó el monstruo del tráfico, la corrupción y la sangre y la ciudad cayó en la dualidad de sentir música y sentir temor. Esta es la historia del Cartel de Cali, de aquellos señores y sus fiestas y sus manejos oscuros; y del Cartel del Norte del Valle que lo sucedió y provocó aún más violencia en discotecas, grilles y salsotecas. Esta es una historia de Mafia, la música de la Mala Vita.