En 1956 el pianista neoyorquino Joe Loco
firmó con su quinteto el álbum Viva Mambo para el sello Tico. El álbum estaba
conformado por una serie de estándares populares americanos y algún que otro
tema latino, aunque también muy conocido. La música de ese formato, piano y
ritmo, era muy común en aquel tiempo y se venía como música bailable, por un
lado, y ambiental, por el otro. Era un espacio instrumental para el lucimiento
de pianistas como Loco, que eran geniales y brillantes. Pero ese álbum supondría
un cambio definitivo para su carrera y para la de toda la compañía. Hoy veremos
porqué en La Hora Faniática.