Vamos hacia el paraíso, amiguit@. Pero no hagas la maleta: puede ser que no quieras quedarte. Al menos, eso es lo que uno deduce del desenlace de la canción con la que abrimos, perteneciente a uno de los miembros fundadores de la Yellow Magic Orchestra.
En nuestro paraíso hay gente…rara. Chiflados como Lee Perry, aunque su tema pertenezca a la faceta más accesible. También tenemos a un supuesto delincuente sexual, R. Kelly (pero ¡cómo canta el mal bicho!).
Nuestro paraíso es un resort imposible, donde una banda de vanguardia tocaría Macarena (sí, esa misma, la “Macarena” que estás pensando) y unos finlandeses bárbaros recrearían a John Coltrane en clave de rock alucinado.
Este paraíso, en resumidas cuentas no existe. Lo que no impide que tenga fondo musical. La música amuebla soledades y construye espacios de fantasía. Nuestro paraíso ofrece esbelto jazz espiritual –por Alice Coltrane- y animado jazz terrenal, como el de Georgie Fame y Odell Brown.
Tampoco faltaría la música de campamento. De campamento hippy en las montañas, donde Fleet Foxes nos despertarían con esas catedrales vocales y Super Furry Animals nos explicarían el sentido de sus letras en galés.
Nuestro paraíso está en nuestra cabeza. Se manifiesta cuando suenan estas canciones que nunca jamás habían coincidido. Hasta que EL MAPA SECRETO quiso convocarlas. Aquí están, felices en su misteriosa compatibilidad.