Lo que estamos llamando la 'Nueva Galicia' suena a electrónica de raíz. A folktrónica local con espíritu universal. A morriña del mañana. Se puede tener una mirada profundamente galleguista y reivindicativa y, a su vez, profundamente universalista, sin límites ni fronteras, sin puentes ni bloqueos, imponiendo un diálogo interior que mira hacia todos lados sin dejar de ponerse la mano en el corazón y sentir el latido de lo propio.