Pernett se mete a la Panamericana y hace un viaje desde su
querida Quilla, Curramba la Bella, hasta San Antonio de Cali, la Sultana del
Valle. En el camino, como no, tiene un montón de encuentros con la voz de Juana
Molina, los tambores batá de IFE, el electrocuté de Malalma o la fuerza
expresiva sin igual de doña Petrona Martínez. Al final la esperan Quantic y
Nidia Góngora, que le recitan al oído: “Viajé por ríos y mares, crucé túneles y
montañas; conmigo traje vivencias, tradición, todo lo que representa la
herencia de una región”.