Esta fue una grabación memorable, un directo
excepcional que reunió en concierto, por única vez y en La Habana,
a Dizzy Gillespie y a Gonzalo Rubalcaba.
Era 1985 y la primera vez de Gillespie en Cuba, invitado al Festival
Jazz Plaza. Dizzy ya estaba de regreso y
Gonzalito Rubalcaba casi empezaba lo que sería una exitosísima carrera.