Alex Sosa fue
pianista de la Gloria Matancera y luego de la Orquesta América,
los creadores del cha cha chá. Ese invento llevó a Sosa de Cuba a México, donde
nunca dejó de experimentar. Su piano se hizo órgano, y no hubo un ritmo o una
tendencia, del twist a la salsa, pasando por el jazz tropical y el boogaloo, a
la que no le pusiera manos. A principios de los años 60, cuando
emergió Fela Kuti con su Africa 70, el jacarandoso Sosa, como se
hacía llamar, también participó de la nueva ola nigeriana con un LP titulado
African Beat. De ese disco les traigo el afro-latin soul Africa negra, el
eslabón perdido entre La Habana y la República de Kalakuta.
