Le decían La Inimitable y
era inimitable. Xiomara Alfaro cantó en seis idiomas y cautivó a grandes de la
danza, la música y el cine. Katherine Dunham, por ejemplo, quien la escuchó
cantar y se la llevó a Italia para que cantara en la película Mambo de Robert
Rossen. Toda una diva. Silvana Mangano, en cambio, nunca quiso salir de Italia.
Rechazó Hollywood tras ser reina de belleza dentro y fuera de la pantalla.
Bailaba, actuaba y cantaba. Toda una diosa. Y juntas eran dinamita, como lo
demuestra esta canción a dúo que les traigo, Sube Espuma, de la banda sonora de
Mambo para el deleite de los ojos y de los oídos.