El candombe beat fue una revolución. Descifrando mensajes de otras lenguas, como en botellas tiradas al mar, llegaron canciones aquí, allá y a todas partes. Viajaron en los discos por el ancho Rio de la Plata mezclando los beats con las claves candomberas, quizás porque en los exóticos flequillos largos éramos distintos a un mundo que nos hablaba de guerra. Entre los reclamos de amor y paz, sólo queríamos cantar.