Al este del Central Park, al sur del Bronx, a
comienzos de los años 70, una generación de adolescentes latinos crearon una música
maravillosa en las esquinas de las plazas y en bailes de los latin clubs. La
salsa nacía en el talento de aquellos chicos pandilleros que vivían en
"Down These Mean Streets", como diría Piri Thomas. La noche era
dura, la subsistencia difícil y el sabor incontrolable.