Todo comenzó un día en que Miguel Menéndez encontró un disco
en la basura (es algo que hemos hecho muchos, así que no vale la pena rasgarse
las vestiduras). En la contraportada venía la biografía en francés de Juanito
Martín, el intelectual del flamenco. Pero Miguel no encontró ninguna referencia
en Internet sobre Juanito y sobre el disco. Así que dejó Internet y se puso a
investigar sobre la rumba hispano belga. Y encontró tesoros, por supuesto, y
una historia de migración, minería, comercio, vino, guitarra y nostalgias.
Tablaos para sobrevivir, rumbas para desconectar, taconeos para sentirse
flamencos en la llamada Región Flamenca, donde duende y rumba, antes de
aquello, escaseaban.
Así se construyó "una época que en la Rue Haute de
Bruselas había más flamenco que en cualquier calle de Sevilla. En esta calle
había una decena de restaurantes españoles, todos con tablao y espectáculo
diario. A finales de los 60 eran miles los emigrantes que vivían en Bruselas,
casi todos en el mismo barrio, y eran jóvenes con ganas de juerga. Se crearon
decenas de orquestas que actuaban fin de semana si y fin de semana también en
las numerosas salas de fiesta gestionadas por españoles. Tocaban de todo: rock,
pop, éxitos del momento, música latina… y algunas llegaron a grabar singles.
¿Adivináis el estilo? Premio! Rumbas!".
Pero ya no queda nada de esa época: la gente se hizo mayor,
se volvieron a España o fallecieron, los locales cerraron, los artistas dejaron
de actuar y los discos se guardaron en bodegas o se tiraron a la basura. Y
Miguel Menéndez, Indi, arqueólogo, rastreador, publicó con ayuda en diseño y
maquetación de Txarly Brown, un triple disco-libro de 72 canciones y 64
páginas, que recuperamos en esta playlist. El rastro de 30 años de emigración rumbera en Bélgica.
http://www.rumbahispanobelga.club