Aunque lo pueda parecer, una moto de por sí, NO ES FRESCA. Quédate parad@ diez segundos de más en el semáforo de turno en un día soleado, y notarás de forma inconfundible tooooodo el calor que subirá desde el motor. Esta simple resistencia en parado también se reproducirá en marcha terminando por agotarte físicamente…
Fatiga = Pájara al manillar. Yendo en moto con temperaturas altas el primer enemigo es el calor. Y con él sus efectos secundarios al manillar a modo de fatiga, golpe de calor, pájaras, etc. Evidentemente todos estos problemas terminan por mermar tu capacidad de atención y, por lo tanto, a descuidar tu propia integridad física y la de tu paquete, si es que llevas compañía en el asiento de atrás. La buena noticia es que, respetando unas pocas pautas, conseguirás mantenerte fresco tanto física como mentamente, para seguir disfrutando de kilómetros y kilómetros de manera más segura. Dale al play y luego me cuentas…
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