Cada moto tiene una envergadura que TÚ debes de dominar para evitar sorpresas. NO llegar bien al suelo te obligará a usar constantemente otros recursos…
Para algun@s llevar una moto se convierte en algo pasional. Lo cierto es que razón no les falta. Sin embargo, esta parte irracional de nuestro comportamiento, en ocasiones nos expone gratuitamente a peligros insospechados. Como por ejemplo, maniobrar en parado cuando no llegamos del todo al suelo por nuestra talla y la moto de turno no es ligera precisamente…
Reducir el asiento es el primer recurso. Apoyar completamente ambos pies sobre el suelo es garantía de seguridad. Moverás mejor tu moto en parado y compensar las posibles sorpresas del día a día…
Yo tengo ese problema. Llego difícilmente con los dos pies al suelo, o con uno solo apoyado por completo. Esto es un hándicap que tengo que asumir (o erradicar) porque, si bien en marcha no tengo problemas, a la hora de mover la moto casi en parado, he de valerme de cuantos truquitos/malabares, mañas y/o algo de fuerza tenga, para conseguir colocar a mi Verdy justo donde quiero. Francamente, a sabiendas de estas limitaciones, me cuesta entender a aquell@s que se empeñan en llevar esas motos enoOoOormes con sus maletas, baúles y sus altísimos centros de gravedad. Quiero pensar que más de un@ NO se lo ha pensado dos veces antes de comprársela porque, al mínimo contratiempo ¡¡¡estamos en el suelo!!! Y si sólo fuera por la altura algun@s podrán librar pero otr@s, lo llevarán peor con esas máquinas que incluyen un manillar tan laAaAaArgo que exigirá una postura muy comprometida con la estabilidad (y tu integridad)…
Te explico qué puedes hacer para minimizar la situación aunque te adelanto que los milagros, ¡¡¡ni en Lourdes!!!
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