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Hoy abrazaremos los recuerdos de nuestra infancia al hablar de la vida de Terry Gene Bollea que por el nombre no lo reconocerán pero sí si les digo que era un luchador profesional que siempre iba con la camiseta interior de tirantes que te ponía tu madre debajo del polito del colegio y que lo conocíamos como Hulk Hogan.

El pequeño Hulk nació en Georgia, EEUU el 11 de agosto de 1953 pero al año y medio se mudó a Tampa, en Florida. Su padre, Pete, era albañil y su madre, Ruth, era panameña y profesora de baile. Desde muy pronto su madre se dio cuenta que el niño iba a ser grande porque cuando tuvo la primera falta el niño ya pesaba 3 kg 250.

En el colegio sólo tenía problemas con el tamaño del pupitre y es que a ver quién se atrevía a poner el deíto cuando pedía un bocaito der bollicao, que ni los profesores le reñían porque tenían que mirá pa’rriba.
En primaria fue lanzador de béisbol destacado en las pequeñas ligas, y es que Hulk tenía más fuerza que el semen de Ortega Cano.

Luego en el instituto le dio por la música y fue bajista en una banda de rock, que en verdá pa ser bajista tampoco hay que tener mucho talento, lo único que se necesita es ser el más feo del grupo. Hasta que en 1969, con 16 años, (ATENCIÓN QUE VOY A DESBLOQUEAR UN RECUERDO) empezó a ver en Tele5 los sábados por la mañana antes de humor amarillo los combates de lucha libre profesional.

Como Hulk era tan grande que se tenía que comprá los zapatos donde yo se los compro a mi niño, llamó la atención de los hermanos Jack y Jerry Brisco, dos luchadores profesionales que lo pusieron a entrenar con Hiro Matsuda, un japonés un poquito cabrón que cuando Hulk le dijo que quería ser luchador, le primero que hizo fue romperle la pierna, no fuera que Hulk le soltara primero una guantá.

Hogan debutó como luchador en el circuito independiente de Florida en 1977 con el nombre de “Super Destroyer” porque media 1,97 y pesaba 137 kg y porque el que le puso el nombre tenía menos imaginación que el peluquero de El Puma.
Al año siguiente daría el salto a la WWF adoptando el nombre de Hulk Hogan por su parecido con el personaje del cómic y rompiendo las camisetas de tirantes con una facilidad que parecían bolsas del Pryca.

En esta época Hulk llevaba la melenita rubia del remolino pa’trá, del remolino pa’lante era todo campo, el bigote gordo en forma de herradura pa que no se le derramara el puchero después de la papa gorda de la feria y un moreno un poquito exagerao que más que un luchador parecía una maruja de las que juegan al bingo en La Caleta.

Tras su rotundo éxito por su complexión, su carisma y la voz de Terele Pávez, Hulk se atrevió con los videojuegos, la TV y el cine, llegando a actuar incluso junto con Silvester Stallone en “Yo hice a Rocky III”.

Tuvo 2 hijos, se casó 3 veces, se convirtió en cristiano evangélico a lo justo y votaba al partido republicano porque fue a la universidad pero le quedaban 2 pa terminá.
Desgraciadamente, el 24 de julio de 2025, a los 71 años, a Hogan le dio un dolorcito fuerte en el pecho aunque ustedes podrán recordarlo cuando se les rompa una bolsa del Pryca o conozcan a un japones un poquito cabrón.