En este día vamos a seguir aprendiendo cómo es el ministerio de los siervos de Dios en 2 Timoteo 4:5-8.
Vamos a ver que el ministerio no es una competencia, ni es egoísta. Es algo que se hace en equipo, como iglesia local y la meta del ministerio es entrenar a otros sabiendo que el ministerio no es nuestro sino de Dios. El se encarga de sostener a cada uno de sus siervos para que puedan llevar su palabra y de esta manera hacer crecer la iglesia creciendo en la madurez cada creyente y compartiendo el evangelio para que los no creyentes puedan creer en Cristo y ser parte de su iglesia.
Demos gracias a Dios por el privilegio que nos ha dado de ser sus siervos.
