Saludos amados hermanos, oro que el Señor bendiga grandemente sus vidas.
La semana pasada vimos el gozo que eran los Tesalonicenses para la vida de Pablo. La recepción a la palabra, como el testimonio de entrega y fidelidad al Señor de esta iglesia fueron un gran animo para el. Sin embargo, esta alegría fue el resultado del reporte que recibió por parte de Timoteo, a quien envió para informarse con respecto al estado de la iglesia.
Antes de enviar a Timoteo, Pablo sentía una gran carga por la condición espiritual de la iglesia. El estaba al tanto de la batalla que los creyentes viven contra las huestes de maldad y temía que ante las tribulaciones, la iglesia hubiese cedido a la tentación de satanás y al desanimo.
La preocupación y las acciones de Pablo por los Tesalonicenses nos muestran la carga que experimenta todo siervo de Dios que ama a la iglesia y su labor como colaborador de Dios en beneficio de los creyentes. Oro que el Señor nos conceda aprender de su ejemplo y tener un amor por la obra de Dios como el que tenia el apóstol.