¿Te gustaría mejorar la concentración el día de tu primer examen? ¿Vas al EIR y tienes miedo de quedarte en blanco?
Si es así, tengo para ti cuatro estrategias para tu primer examen.
Ni una, ni dos
Cuatro
Vamos con ellas
Primero: habituación al escenario.
¿te estás preparando de manera intensiva y dura? ¿llevas semanas sin salir de tu habitación para estudiar? Error!
Tienes que, como mínimo, ir a la biblioteca a hacer simulacros. ¿Para qué? para que te acostumbres a estar en un lugar menos familiar y más incómodo. Esto es una gran ayuda.
Segundo: control de la dopamina.
¿Haces test y más test en esas app geniales en tu tablet o smartphone? Estás cometiendo un error terrible. ¿Por qué? Porque estás acostumbrando a tu cerebro al refuerzo inmediato. Y esto, especialmente si vas para el EIR, generará una incomodidad mental que aumentará tu tensión (y tus niveles de estrés).
Debes acostumbrarte a la incertidumbre. A no saber si lo que has respondido es correcto… o no. A hacer preguntas y preguntas, sin arrastrar la duda en tu mente.
Tercero: cambia tu cronotipo.
¿la hora del examen es la mejor hora en la que rindes? ¿Es la hora en la que tienes la mente más despejada y ágil? ¿O es el momento que pide tu cerebro una siesta?
Las semanas previas a tu examen, es bastante útil dedicar unas horas a trabajar test (no simulacros, sino test) de manera ininterrumpida, a la misma hora y durante el mismo tiempo que dura el examen. De esta manera aumentas tu resistencia a la fatiga.
Cuarto: Visualiza el examen.
Lo puedes hacer de la manera que desees, como quieras y cuando quieras, pero visualiza los momentos de entrada, colocación, los momentos previos, la gente nerviosa… visualiza todo lo que puedas. Y repite. Hazlo muchos días, para acostumbrarte a esa situación y que no sea nueva para ti.
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