¡Ay, que yo no envejezca antes de haber vivido!
Ante esta exclamación de un cincuentón, hombre de carrera y padre de familia, se nos impone la pregunta: ¿Qué es “vivir” de veras? Y ¿cómo puedo escoger la vida? Esta edición transmite sobre todo cuatro imperativos y algunas instrucciones al respecto:
• ¡No quite a nadie la vida!
• ¡No permita que el pecado le quite a usted la vida!
• ¡Ayude a otros a escoger la vida!
• ¡Viva conscientemente la vida que Dios le dio a usted!