¿Ha estado usted alguna vez en absoluta oscuridad? Cuando no se ve nada, aun pequeños obstáculos se convierten en peligrosas piedras de tropiezo. En las tinieblas, uno puede encontrarse en peligro inminente sin darse cuenta. Estamos entonces felices cuando podemos salir de ese lugar de oscuridad y la luz del día alumbra nuevamente nuestro camino.
También para nuestra vida espiritual la luz es esencial, pues “Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él” (1 Juan 1:5). Sin embargo, exponer libremente nuestra vida a la luz puede ser doloroso y vergonzoso. No nos gusta que otros vean nuestros lados oscuros y nuestros puntos débiles. Por eso muchos se mueven entre la luz y las sombras.
En este programa queremos reflexionar sobre la invitación de Dios a vivir en la luz.