Listen

Description

El presentimiento de la eternidad nos distingue de los animales. Sabemos que detrás de lo visible y después de la muerte hay otra realidad. Habrá dos lugares:
• La perdición perpetua para los que no quisieron someterse a Cristo. En el infierno no habrá esperanza ni recompensa de obras buenas cumplidas durante la vida terrenal.
• La felicidad eterna con Dios y con Cristo. Allí en el cielo reinarán la plenitud de la vida y del gozo.
Entonces, nuestra ocupación primordial debe ser conocer y someternos a Jesucristo para que nuestras almas sean salvadas. Sólo creyendo en Él tenemos el perdón de los pecados y la vida eterna. Amigo lector: No espere llegar al más allá para ser salvo, porque será demasiado tarde. Es ahora cuando debe acudir a Cristo. Ésta será la decisión de mayor efecto, la más transcendental en su vida por la eternidad.
Esta edición de Mensaje de Paz se dirige en primer lugar a personas que ya resolvieron el problema de la salvación de su alma y saben que ahora tienen la vida eterna, gracias a Jesucristo. Con los argumentos que tratamos quisiéramos liberar las fuerzas más creativas en los lectores, para que se orienten más en aquello que permanece, y no pierdan fuerzas, tiempo y medios en lo pasajero, en lo que perece con este mundo.