Misión. Misioneros. ¿Qué se te viene a la mente cuando escuchas o lees estas palabras? ¿Se resiste todo en ti porque te acuerdas de cómo los españoles conquistaron América con la cruz y la espada en las manos? ¿Te apartas poniendo los ojos en blanco porque estás harto de las peticiones de fondos? ¿O sientes un fuego ardiente en tu interior porque anhelas llevar el mejor mensaje del mundo a las personas que más lo necesitan?
Sea cuál sea tu reacción, ¡los textos que tienes en tus manos son precisamente para ti! Pero tengo que advertirte: Si los lees detenidamente y permites que sus pala-bras entren a lo más profundo de tu corazón, después ya no serás la misma persona. ¿Estás dispuesto a poner a prueba ideas y concep-tos que has creído en toda tu vida? ¿Estás preparado para adquirir una nueva perspectiva acerca de Dios, el mundo y tu propia vida?
El objetivo de esta edición de Mensaje de Paz es hacernos entender los propósitos globales de Dios y animarnos a cumplir nuestro papel en ellos. Si vamos al otro lado del mundo o nos quedamos en casa, eso es secundario. Lo primordial es vivir nuestras vidas para la gloria de Dios, cumpliendo su visión. Ahora sí, basta de palabras. ¡Descubramos nuevos horizontes!