El diálogo interno es aquella conversación que tenemos con la vocecita que todos llevamos dentro. Es aquel intercambio de argumentos, razones, advertencias, creencias, excusas y gritos que tenemos con nosotros mismos.
Ese diálogo interno nunca se detiene y es como un radio que no puedes apagar. La buena noticia, es que es un radio al que le puedes cambiar la emisora cuando quieras y le puedes bajar o aumentar el volumen siempre que lo necesites; no es fácil, pero puedes hacerlo y mientras más practiques, menos difícil se volverá.