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Juho Pohjonen
Obras de Haendel, Brahms y Mendelssohn

Juho Pohjonen confirmó las mejores expectativas que había depositadas sobre su primera visita a Alicante dentro de la temporada de la Sociedad de Conciertos. El joven pianista forma parte de esa clase de intérpretes que más admiramos en Alicantissimo: uno de esos músicos que sale al escenario con la sana intención de no dejar respirar al público ni a sí mismo; apenas sentado, sus finas manos se lanzan sobre el teclado para ofrecer un vendaval de música.

Si a ese espíritu, le añade un programa alejado de los terrenos más habituales (nuestro joven protagonista no interpretó ni una sonata), el resultado será un recital con mayúsculas que dejó al público alicantino entusiasmado.

En este sentido, el programa que Pohjonen interpretó al piano resultó de concepción inmaculada: el finlandés planteó un recital de inspiración barroca aunque creado en su mayoría en pleno auge del Romanticismo alemán; se trataba de revelar los ecos del período barroco en dos de los compositores románticos más insignes, Mendelssohn y Brahms, admiradores confesos de aquel período.

Para ello, Pohjonen comoenzó su concierto con la "Suite número 1 en Mi bemol Mayor HWV 434" de Haendel, obra perteneciente a uno de los dos cuadernos en los que el genio de Halle anotaba sus piezas para teclado. En esta primera pieza, Pohjonen ya destacó por su maestría en la técnica de los arpegios con ambas manos.

Curiosamente, tendría que ser Brahms, uno de los compositores románticos por excelencia, quien tomará prestado el tercer movimiento de dicha suite de Haendel para crear unas "Variaciones y fuga en Si bemol Mayor Op 24", veinticinco miniaturas en las que Brahms alcanza un envidiable equilibrio entre los cánones romántico y barroco, y de las que el pianista finlandés ofreció una lectura límpida y vibrante.

Si Brahms se había apropiado de una obra, Mendelssohn fue el gran redescubridor para el gran público de la figura cumbre del Barroco, Johann Sebastian Bach. Fue tal el interés que el compositor de Leipzig despertó en Mendelssohn que llegó a condicionar su estilo de composición en la época de madurez.

Pohjonen culminó su particular revisitación del Barroco a través del tamiz del Romanticismo alemán con las "Seis preludios y fugas Op 35" de Mendelssohn, con las que el compositor de Hamburgo rindió su peculiar homenaje a Bach, mediante uno de los géneros predilectos del gran maestro. Nuevamente, la interpretación de Pohjonen destacó por una técnica inconmensurable con la que destiló claridad rítmica y melódica para alcanzar elevadas cotas de expresividad.

Una propina de resonancias acuáticas durante la cual las delicadas manos de Pohjonen se deslizaron como olas sobre el teclado puso el broche de oro a un recital memorable. Confiemos en que el joven virtuoso repita su visita a Alicante.

Escuchemos, pues, a Juho Pohjonen interpretando el 'Sexto Preludio Maestoso' de Mendelssohn en el Teatro Principal de Alicante.