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La velada del pasado lunes 17 ofreció una interesante paradoja: la gélida noche invernal alicantina servía de marco a un programa musical formado por un conjunto de obras escritas, en su mayoría, para alegrar las jubilosas tardes de verano al aire libre.

En este sentido, conviene recordar que los divertimentos y serenatas constituyen un género de música concebida, no para ser escuchada con atención, sino como un dulce entretenimiento de fondo mientras los destinatarios están ocupados en otros y felices menesteres. Se aleja, pues, de la seriedad de la tarea compositiva del Romanticismo y de períodos posteriores, donde la música debe ser la protagonista indiscutible de la reunión.

Dos de los compositores de mayor éxito en este género (y en otros como la ópera) durante el esplendor de la Viena imperial fueron el valenciano Vicente Martín Soler y el salzburgués Wolfgang Mozart, quienes coincidieron en la capital del imperio austrohúngaro a finales de la década de 1780.

Desde entonces, Mozart ha sido encumbrado como el músico más genial de la Historia europea, mientras que Martín y Soler había caído en el mayor de los olvidos, incluso en su tierra natal.

Coincidiendo con la recuperación de la música de Martín y Soler, Joan Enric Lluna funda el conjunto Moonwinds con el fin de lograr una mayor difusión del repertorio para viento entre el público. Uno de los primeros proyectos emprendidos por la formación consistió en la grabación de un compacto con música de Martín Soler y Mozart para la discográfica Harmonia Mundi, y la posterior gira, que recaló en Alicante el pasado lunes.

Joan Enric Lluna presentó en el Teatro Principal un programa dedicado a estas dos grandes figuras de la música del s. XVIII: Martín Soler y Mozart frente a frente. Del primero, el conjunto formado por dos clarinetes (uno de ellos, el propio Lluna), dos oboes, dos fagots, dos trompas y un contrabajo interpretó dos de sus tres Divertimentos para octeto hallados en la British Library de Londres hace escasos años. Son obras de fácil escucha, que destacan por la gracia, la dulzura, las bellas y sencillas melodías, y una cuidada y equilibrada orquestación.

Intercalados entre los dos Divertimentos, y a modo de contraste, Moonwinds interpretaron dos serenatas de Mozart, la "Número 11 en Mib Mayor Kv 375" y la "Número 12 en Do m Kv 388", ejemplos de música popular en los que, no obstante, el genio salzburgués da muestras de su arte depurado al fusionar el entretenimiento con elementos sutiles y refinados, más propios de la música de cámara. Incluso, la segunda de las serenatas fue escrita en un inusual Do menor poco acorde con el tono galante de la música de entretenimiento.

Moonwinds dieron buena cuenta de tan amable programa con la solvencia que caracteriza su historial, reforzada por el prestigio de su director musical, Joan Enric Lluna, aunque en la segunda mitad se escuchó algún leve pitido. El festín musical concluyó con una propina en forma de un tema musical de la ópera "El rapto en el Serrallo" de Mozart.

Igualmente, de la feliz velada, debemos destacar la labor de la Sociedad de Conciertos como difusora del conocimiento musical. Las notas de acompañamiento al programa que publican en cada concierto son un auténtico dechado de buen gusto, información rigurosa y amena redacción. El conjunto se enriquece con las magníficas ilustraciones del artista Javier Soler.

Sin más dilación, escuchemos al conjunto Moonwinds que dirige Joan Enric Lluna interpretando el primer movimiento 'Allegro' del "Divertimento núm. 4" de Martín i Soler en el Teatro Principal de Alicante.