
De notable se puede calificar la versión de "La Bohéme" de Puccini producida por Ópera 2001 e interpretada por la Orquesta Sinfónica de Pleven que pudimos presenciar en la noche del martes 19 en el Teatro Principal de Alicante.
Fue una Bohème sustentada en las voces solistas, en el trabajo de la orquesta y en una escenografía por encima de lo que viene siendo habitual en las compañías que giran por provincias, gracias a unos decorados muy cuidados en los que destacó la solución aportada para reproducir el gélido amanecer del Acto III.
El murmullo que se originó entre el público al anunciarse el reemplazo de la cantante principal por enfermedad quedó en el olvido nada más escuchar a su sustituta, Tsvetana Bandalovska. Antes, ya se había producido la grata sorpresa de una orquesta que empezó la ópera muy entonada, precisa y vivaz a pesar de que "La Bohème" carece de obertura. Sin duda, gracias a la batuta de un Giorgio Notev cuya pulcra dirección completó a la perfección la labor de los cantantes.
Nacida en Rusia aunque residente en Sofía (Bulgaria), donde es cantante solista del Teatro de la Ópera Nacional, Tsvetana Bandalovska dibujó una Mimí melancólica y conmovedora. Su canto de fraseo nítido y excelente transición de los agudos a los graves dio total sentido a sus frases. Aunque exhibió una ligera aspereza en los instantes más dramáticos, aportó momentos de gran belleza que conmovieron a la audiencia tanto en su presentación del 'Si. Mi chiamo Mimi' del Acto I como en los dúos del tercer y cuarto actos.
De treinta años, Tsvetana Bandalovska es una de las cantantes más prometedoras de la escena lírica europea. En su repertorio destacan las grandes creaciones de Puccini (Mimí, Cio Cio San, Liù), de Verdi (Desdémona y Leonora) y las mujeres del "Don Giovanni" mozartiano (Doña Ana y Doña Elvira).
Su partenaire, el tenor Giuseppe Talamo esbozó un Rodolfo algo irregular, creciendo según avanzaba la ópera para lograr imponerse a la orquesta en el Acto III, donde dio la debida réplica a la Bandalovska. Estuvo convincente en el díficil y conmovedor desenlace.
Redondearon la velada Javier Galán (baritono) y Chiara Giudice (soprano) en los papeles de Marcello y Musetta. Ambos supieron crear la justa tensión teatral. La soprano caldeó el ánimo en el famoso vals del Acto II, sin duda la escena más frívola de la noche, aunque plena al mismo tiempo de un sentimiento sincero.
En suma, esta Bohème fue un montaje de gran profesionalidad producido por la compañía Ópera 2001, habitual en nuestra ciudad de la mano de la Orquesta Sinfónica de Pleven. Se trata de una experimentada compañía que lleva producidos alrededor de veinte montajes operísticos, para los que recluta a los cantantes más prometedores del panorama europeo, a los que ofrece la oportunidad de mostrar su talento por todo el continente. Actualmente, están embarcados en una gira de "La Bohème" que los llevará a ciudades españolas como Jaén, León o Gandía.
Resistiremos la tentación de emitir uno de los momentos más conocidos de "La Bohéme" y, en su lugar, escucharemos el dúo 'Mimi! Speravo di trovarvi qui' entre Mimí y Marcello del Acto III de esta ópera escenificada en el Teatro Principal de Alicante.