
El recitaL protagonizado por Jaume Llinares Giner (violín) y Adolfo García (piano) constituyó un magnífico colofón al ciclo de jóvenes becarios del IVM que ha venido celebrándose durante este otoño en la sala del vestíbulo del MUBAG.
El violinista de Villajoyosa estuvo acompañado por un pianista de quien desafortunadamente faltaba su currículum en el programa, aunque poco importa a tenor de la interpretación que regaló al piano.
Ambos músicos ofrecieron un programa que constituía un recorrido por tres aproximaciones diferentes a la sonata clásica y romántica. En primer lugar, una obra de madurez de Mozart, la "Sonata en SibM Kv 454", obra que ya anticipa los logros y sonoridades plasmados por Beethoven.
Así, tras un primer movimiento 'Largo, Allegro' ecléctico como su nombre indica y lúdico por la combinación de tempos, el dúo de jóvenes becarios interpretó un 'Andantino' que era Mozart por la elegancia que destilaba, pero también era Bach por la precisión en el tempo, Beethoven por los sentimientos que expresaba y Chopin por la acuosidad que García impuso a su instrumento. Mozart, Beethoven continúan siendo fuentes de muchos de los estilos posteriores que la Historia de la música nos ha legado. Esta sonata constituye un buen ejemplo.
El 'Andantino' de Mozart, interpretado en sus compases iniciales con un tempo 'quasi cantabile' por el dúo, suponía un anticipo del segundo movimiento de la "Sonata Núm 5 para violín y piano Op. 24" de Beethoven, segunda obra del programa. Este 'Adagio molto espressivo', obra de relativa juventud dentro de la creación del genio de Bonn y de bellísima factura, establece un diálogo entre los dos intrumentos en el que la melodía va saltando de uno al otro con una elegancia sublime, la cual supieron expresar ambos intérpretes con dosis de técnica y sensibilidad acertadas para una página cumbre dentro del repertorio para violín y piano. El brevísimo 'Scherzo' dio paso sin pausa al 'Rondo, allegro ma non troppo' final.
La segunda parte estuvo dedicada a mostrar la versión de la sonata romántica propuesta por Johannes Brahms en su "Sonata Núm 2 en La M Op. 100", nuevamente una obra de madurez. De este modo, el programa de la velada rubricó la inteligencia de su propuesta, no en vano la obra de Brahms traslada los logros de sendos compositores anteriores a mayores cotas de expresividad romántica.
El público que llenaba, una noche más, el aforo dispuesto por la organización, pareció advertir la excelenteinterpretación de músicos tan dotados a pesar de su juventud, pues regaló una de sus mejores conductas, permaneciendo prácticamente en silencio y prescindiendo de las toses y caramelos.
Sirva como muestra de la excelente velada musical la grabación adjunta del segundo movimiento 'Adagio molto espressivo' de la "Sonata para violín y piano núm 5 Op. 24" de Ludwig van Beethoven, interpretada por Jaume Llinares Giner y Adolfo García en el MUBAG.