
Concluyó la temporada de la Sociedad de Conciertos, y como si de un círculo casi perfecto, lo hizo como arrancó, con un recital de violín y piano.
Si el honor de la velada inaugural (véase Alicantissimo 2 de octubre) había correspondido a dos músicos de gran proyección internacional (Viviane Hagner al violín y Till Fellner al piano), los dos protagonistas de la velada de clausura cumplieron con todas las expectativas: Christinan Tetzlaff (violinista de Hamburgo) y Leif-Ove Andsnes (pianista de Noruega) eran dos "ases en la manga" que se guardaban los gestores de la Sociedad de Conciertos.
Dos ases que luego se convirtieron en un póker de cuatro al incluir los instrumentistas a dos genios de la Historia de la música en el programa, a saber, Dimitri Shostakovich y Johannes Brahms. Completaron el programa obras de Mozart y Webern.
No incluimos a Mozart como "as en la manga" pues, aunque la interpretación de la "Sonata K377" por parte del dúo fue impecable, sin embargo la música del salzburgués no parece adaptarse al estilo de tocar de Tetzlaff: el violinista alemán muestra un estilo pleno de tensión, muy gesticulante (casi bailón) , que lo aleja del tono calmo del clasicismo vienés. Por el contrario, esa tensión aparece idónea y produce resultados sublimes en obras de tono más dramático o romántico, como las sonatas de Shostakovich o Brahms que ofrecieron en el Principal.
Tetzlaff y Andsnes enmudecieron al público asistente, en aforo de tres cuartos del liceo alicantino. Incisivo estuvo el violinista en los tres movimientos 'Andante-Allegretto-Largo' de que consta la "Sonata para violín y piano Op 134" de Shostakovich. Solemne y vigoroso estuvo el pianista en su parte. Escuchamos, así, una obra que pasó del inquietante tema inicial sostenido en un teclado entrecortado a un vibrante segundo movimiento áspero y pleno de disonancias. El dúo protagonista concluyó la obra extrayendo toda la serenidad que Shostakovich infundió al tercer movimiento.
La segunda parte comenzó con una obra breve, en una disposición muy similar a la velada inaugural, cuando la Hagner y Fellner tocaron las "Tres piezas" de Kurtag. En cierto modo, Tetzlaff y Andsnes quisieron reconciliar a Shostakovich con la Segunda Escuela de Viena interpretando estas "Cuatro piezas Op 7" de Anton Webern. Fueron unas pinceladas delicadas con las que el dúo protagonista dio paso sin interrupción a la otra página central de la noche: la "Sonata para violín y piano número 3 en Re menor Op 108" de Johannes Brahms.
De esta página, Tetzlaff y Andsnes ofrecieron una versión elegante y de bellísima factura melódica, alejada de cualquier virtuosismo.
Dos propinas en forma de sendas danzas de Sibelius y Manuel de Falla pusieron el broche de oro a una velada de clausura de una temporada marcada por el altísimo nivel de los intérpretes invitados.
Como muestra, sirva el fragmento sonoro del segundo movimiento 'Allegreto' de la "Sonata Op 134" de Shostakovich en la interpretación de Tetzlaff y Andsnes en el Teatro Principal de Alicante.