En este episodio de Las Mentiras Que Te Cuentas vamos a hablar de una verdad incómoda: la dismorfia corporal. Esa sensación de nunca estar lo suficientemente bien, de mirarte al espejo y no reconocer tus logros, aunque estés avanzando.
La dismorfia no discrimina: puede afectar incluso a quienes entrenan todos los días, comen saludable y están transformando su cuerpo. Yo misma la he vivido, y hoy quiero contarte cómo la identifiqué, cómo la enfrento, y qué estrategias mentales me han ayudado a no perderme en la autoexigencia.
Este episodio es para ti si alguna vez sentiste que tu progreso no vale, que tu cuerpo todavía “no es suficiente”. Vamos a desmontar esa mentira. Porque transformar tu cuerpo sin trabajar tu mente… no funciona.
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