Llegó el mes de las grandes celebraciones para todas las culturas antiguas. En distintos rincones del planeta existen vestigios (e incluso monumentos majestuosos) que resaltan la presencia de una energía distinta para este periodo, especialmente durante los días del solsticio. Era habitual que los habitantes de esas regiones agradecieran a sus dioses y diosas por lo vivido. Eso nos sugiere un escenario energético magnífico para sanar las heridas de lo recorrido, pero también para prepararte para un nuevo año, con un nuevo traje y una sonrisa en los labios.