Un salto cuántico predice el futuro de las vacunas, superando a la inteligencia artificial en desafíos biológicos complejos.
La robótica e IA avanzan a pasos agigantados, prometiendo desde humanoides empáticos hasta diagnósticos médicos casi infalibles.
Mientras tanto, desvelamos los secretos de nuestro cuerpo, entendiendo desde los misteriosos ruidos intestinales hasta la profunda sensibilidad humana.
Todo esto nos obliga a repensar nuestra alimentación y el futuro de proyectos científicos globales, marcando una era de transformación y descubrimiento.
