La inteligencia artificial está redefiniendo el futuro, atrayendo el talento cuantitativo de Wall Street con salarios multimillonarios y prometiendo ser la próxima frontera de poder global.
La ingeniosidad humana, desde las prótesis de marfil del siglo XVII hasta los avanzados doctores de IA para astronautas, expande constantemente los límites de la salud y la supervivencia en los entornos más extremos.
La resiliencia ante desafíos extremos, como fallos críticos en el espacio o los límites fisiológicos ante el calor, se complementa con el poder transformador de la lectura para el bienestar mental.
Todo ello subraya la urgencia de una apuesta estratégica global por la ciencia y la educación STEM, cimientos indispensables para navegar y monetizar el futuro.
