No hay manera de detener la tecnología, por lo que de nada sirve intentar luchar contra ella. Nuestros hijos y nietos nos lo demuestran todos los días. Ellos han simplificados los procesos en solo clicks que digitan desde sus portátiles o teléfonos. Definitivamente tenemos grandes “maestros” a los que nos resistimos escuchar y de los que nos negamos a aprender. En lugar de entender su nueva mirada al mundo, lo que hacemos es luchar contra ella. Les restringimos sus tiempos en la tableta, en el teléfono, en los juegos porque para nosotros ellos deberían correr más, hablar más, interactuar más, pero no nos damos cuenta que su era es totalmente distinta a la nuestra y que ésta una nueva manera de comunicarse nos cuesta mucha dificultad a nosotros en adaptarnos. Es imposible pedirles que se alejen de la tecnología cuando en las escuelas todo los hacen a través de ella. @lizzettediazp #emprendiendoconpasion
