Rumanía es un país del sureste de Europa con una historia rica, una cultura vibrante y una geografía diversa. Limita con Ucrania, Moldavia, Hungría, Serbia y Bulgaria, y tiene salida al mar Negro. Su capital es Bucarest, conocida por su mezcla de arquitectura comunista, edificios históricos y vida urbana moderna.
Históricamente, Rumanía ha sido un cruce de caminos entre Oriente y Occidente. Sus territorios principales —Valaquia, Moldavia y Transilvania— estuvieron bajo influencia otomana, húngara y austríaca durante siglos. En 1918, estos tres se unificaron, formando la Rumanía moderna. Durante el siglo XX, el país atravesó una monarquía, una dictadura fascista, el comunismo y finalmente, la democracia tras la caída del régimen de Nicolae Ceaușescu en 1989.
Una de las figuras más conocidas asociadas con Rumanía es Vlad Țepeș, el príncipe de Valaquia del siglo XV que inspiró la leyenda de Drácula. Aunque la historia real de Vlad difiere mucho del mito popular, el castillo de Bran y la región de Transilvania se han convertido en destinos turísticos ligados a este personaje.
La cultura rumana combina elementos latinos, eslavos, otomanos y húngaros. El idioma oficial es el rumano, una lengua romance que comparte raíces con el italiano, francés y español. La música tradicional, los trajes típicos y las danzas folclóricas son muy valorados en zonas rurales. Además, el país tiene una producción literaria importante, con autores como Mircea Eliade, Emil Cioran y Mihai Eminescu.
Geográficamente, Rumanía ofrece paisajes variados. Los Cárpatos atraviesan el centro del país y albergan fauna salvaje como osos, lobos y linces. El delta del Danubio, uno de los ecosistemas más biodiversos de Europa, es Patrimonio de la Humanidad. También hay playas en el mar Negro, colinas cubiertas de viñedos y pueblos que conservan una vida tradicional.
Desde 2007, Rumanía forma parte de la Unión Europea, lo que ha impulsado su desarrollo económico, aunque aún enfrenta desafíos como la corrupción y la emigración de jóvenes profesionales. Sin embargo, el país sigue avanzando, con sectores como la tecnología, el turismo y la industria automotriz en crecimiento.
Rumanía es un país de contrastes, donde la modernidad convive con la tradición, y donde cada rincón esconde una historia que merece ser contada.