La reunión confirmó que Berkshire sigue basándose en paciencia, liquidez y cultura de largo plazo.
Mientras otras grandes corporaciones se endeudan o persiguen modas, BKR refuerza su balance, cosecha flotante y cultiva relaciones (Japón, GEICO, utilities) que prometen rendimientos durante décadas.
El mayor reto será convertir su enorme escala en ventaja, adoptando tecnología con disciplina y manteniendo la flexibilidad estratégica que ha definido la era Buffett‑Munger.