En este mensaje, Jano Molina expone el décimo mandamiento donde se enfatiza la bienaventuranza de Dios; se muestra la pecaminosidad de vivir inconformes, con amargura por lo que deseamos tener (o ser) y no tenemos; se hace patente lo destructivo de una sociedad que se caracteriza por considerar buena la codicia y la ambición; y se destaca que en el Evangelio, Cristo nos hace libres de la amargura y el resentimiento enseñándonos el verdadero contentamiento de corazón.
Predicador: Jano Molina (@janomolina)