Si queremos ser fuertes y saludables, tendremos que tener cuidado de lo que comemos, dar descanso al cuerpo y hacer ejercicio. Ser negligente en cualquiera de estas tres cosas, perjudicará nuestro crecimiento. El nuevo cristiano tiene que tener cuidado de lo que hace también, si es que quiere llegar a ser un fuerte guerrero del Señor. Existen cosas que le ayudarán a progresar y hay cosas que le pueden detener. Hoy veremos algunas verdades que nos ayudarán a comprender nuestra situación, para que podamos tomar pasos positivos a una vida saludable como discípulos de Jesús, y así ser ejemplo para otros.