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Todos conocemos ya el video de Somos el muro, un video  de apenas 3 minutos aparentemente en contra de la migración  centroamericana por México.

Una colección de ciudadanos mexicanos,  perfectamente normales iniciando repondiéndole al presidente Trump que  ellos no van a pagar el muro, que fue promesa de campaña durante su  candidatura.

Yo también soy ese muro. Esa es toda la esencia del video.

No  somos Honduras, no somos Guatemala, no somos El Salvador, dice el  video, que afirma estar harto de que no se les consideren parte de  América del Norte y de los privilegios que eso debería traerles.

A  pesar de que en la parte superior de la página de somoselmuro.com.mx  afirma que el video es una sátira, el video se volvió viral en Honduras y  generó gran indignación.

Los canales locales replicaron el video,  como un ejemplo del racismo de los mexicanos en contra de nuestros  compatriotas. No faltó incluso en las redes sociales quien afirmara que  había que actuar recíprocamente expulsando a los mexicanos del país.

Y  es que desde que la caravana de hondureños partió de San Pedro Sula el  pasado 13 de octubre, el tema de la migración ha sido un tema sensible  en el país.

Esas imágenes de miles de compatriotas peleando por  cruzar la frontera, aguantando sol, lluvia y largas horas de caminata  nos han calado hondo, en especial, porque desnudan el país que somos, la  crisis que vivimos en Centro América.

Pero había algo en este video que nos llamaba la atención. ¿Cómo es posible que algo así se haga, tan impunemente?

Tengo  que decir que cuando vi por primera vez el video me sorprendió, luego  vi las canciones del final y comprendí que era una sátira. Pero nadie  más parecía verlo así en el país.

Luego recibí el contacto de Gringoyo.

Conocí  a Gregory Berguer, Alias Gringoyo, en Cancún en un taller de periodismo  ciudadano. Conozco su trabajo con el show de Joe T Hodo y sus posturas  políticas. Cuando él me preguntó si conocía del video, le dije que todos  en Honduras conocíamos el video, pero que costaba a mucha gente  comprenderlo.

Yo soy parte del equipo que lo hizo, me dijo.

Asi que entendí que el video tenía que ser una sátira.

Gringollo  organizó una llamada en línea con el equipo de Somos El Muro, para  responder a nuestras preguntas que hicimos junto a mi compañera Ana  Verónica y esta fue la conversación.

Este fenómeno que describe el  proyecto Somos El Muro, no debe ser visto únicamente como un problema  que experimenta sociedad mexicana, como el video nos lo hace ver.  Constantemente vemos cómo este fenómeno se presenta en otros países:  Costa Rica contra Nicaragüenses, Dominicanos contra Haitianos, incluso  en nuestra experiencia contra salvadoreños o nicaragüenses. Porque la  migración que se rechaza es esa de la gente pobre, lo que ahora llamamos  APOROFOBIA.

Queda agradecer al proyecto Somos El Muro por haber  respondido a nuestras preguntas. A Marlene, a Tareke, Ana Francis y  Gringollo por tomar el tiempo de atender nuestra llamada.

Hay que  agradecer también a el pueblo mexicano que ha mostrado su solidaridad  con nuestros hermanos y hermanas que van rumbo al norte que  independientemente de la razón que los empuje a esa aventura, han dado  cobijo y comida a los caminantes que van rumbo al norte.

Desde siempre, migrar ha formado parte de nuestro ADN como seres humanos. Son las fronteras, las que no son naturales.