Una meditación para acompañarte en los días en que duele el alma. Porque a veces el corazón no se rompe solo por lo que perdemos, sino por lo que no fue, lo que cambió, o lo que tuvimos que soltar aunque aún dolía.
Un espacio seguro para respirar contigo y recordar que también puedes seguir latiendo… aunque no todo esté bien.
Ideal para: momentos de duelo emocional, ruptura o fragilidad interna
Me di todo… porque ya no quiero darme a medias.