Una meditación para después del ejercicio.
Para integrar el movimiento,
agradecer el cuerpo
y soltar la autoexigencia desde la ternura.
Porque moverte ya fue un acto de amor…
y abrazarte al final también lo es.
Me di todo te acompaña en ese regreso íntimo a ti.
Me di todo… porque ya no quiero darme a medias.